lunes, 27 de febrero de 2012

postheadericon Pasaporte Para Una Misión


El 18 de Octubre del 2010 salí de la sala de reuniones donde defendí mi tesis con una sonrisa en el corazón y el pecho inflado. Después de casi seis años y medio estudiando Ingeniería Civil en Biotecnología en la Universidad de Chile, por fin había terminado un período que describo simplemente como ¨sin vida¨. Muchos de mis compañeros entraron al mundo laboral o continuaron estudios de posgrado, pero yo decidí que necesitaba un descanso y quería hacer algo diferente.

Cuando me bauticé en la Iglesia Adventista poco después de mi titulación, el pastor me comentó sobre el programa internacional de voluntarios adventistas. La idea de pasar un año trabajando y sirviendo en el extranjero en una cultura diferente me encantó, era exactamente lo que necesitaba. Aceptaron mi postulación a finales de mayo de 2011 y dos semanas después me encontraba en un avión rumbo a El Cairo, Egipto. Mi misión: 15 niños de entre tres y cinco años que forman parte de un jardín infantil en Inglés perteneciente a la Iglesia. Llegue a este país sin saber mucho sobre el, a excepción de las pirámides y lo poco que vi en las noticias sobre la reciente revolución. Lo que me esperaba acá jamás lo habría podido imaginar.

He vivido y viajado por 17 países, pero llegando a Egipto tuve el mayor choque cultural de mi vida. Desde las calles ruidosas, polvorientas, llenas de basura y moscas, hasta los estrictos códigos de conducta así como reglas sociales que, por desconocimiento, hicieron que me viera involucrada en muchos líos. He aprendido a vivir con los 90 dólares mensuales que recibo como apoyo económico, y en realidad no fue tan difícil puesto que el costo de vida en Egipto es muy bajo, me alcanza bien para cubrir mis necesidades básicas pero no para salir y divertirme, por lo cual trabajo unas horas extra a la semana como tutora privada de Matemáticas y Español. 

Durante las primeras dos semanas me costó conciliar el sueño no solo por las seis horas de diferencia con Chile, sino por la gran cantidad de mezquitas alrededor de mi departamento que a las 4 a.m. gritan por altavoces la primera de las cinco llamadas diarias a la oración. Siendo un país en donde el 90% de la población es musulmana y cerca del 10% es Cristiano (o Copto como les dicen acá) los códigos de vestir son estrictamente conservadores, sobre todo para las mujeres, y romper ese código implica tener que aguantar miradas acechadoras e insultos por parte de hombres y mujeres, además de un intenso acoso al punto que una vez tuve que pegarle a un hombre en el estómago para que me dejara tranquila. En pleno verano con casi 45ºC de calor, las mujeres musulmanas cubren toda su piel desde el cuello hasta los tobillos con mangas largas hasta las muñecas y por supuesto usando el higab (la bufanda alrededor de la cabeza para cubrir el cabello y boso), que por cierto combina perfectamente con el moderno estilo de vestir. Si bien las mujeres coptas usan ropas un poco mas reveladoras, la regla es siempre cubrir hombros, pecho, rodillas, espalda y abdomen. En las playas las mujeres egipcias optan por tirarse al agua con ropa para evitar el acoso. Los hombres egipcios no estan acostumbrados a ver piel y cuando ven un poco se transforman en leones al acecho, pasar desapercibida es clave para la supervivencia en Egipto y en ese sentido ser latina es de gran ventaja, como no soy ni blanca, ni rubia, ni de ojos claros, los egipcios tienden a pensar que soy local y generalmente se acercan a mí hablándome en árabe, a lo que respondo con ¨aiwa, aiwa¨ (si, si...) haciéndome la tonta, como que sí entiendo. Tan pronto como abro mi boca y digo una palabra en Ingles, su actitud hacia mí cambia y me transformo en el centro de atención. Los hombres me piden el número de teléfono o Facebook y las mujeres quieren inmediatamente ser mis mejores amigas. Los egipcios aman a los extranjeros y frente a cualquier situación, buena o mala, responden sonriendo ¨Bienvenido a Egipto¨.

Egipto es un país donde el Islam y el Cristianismo presentan una careta de hermandad fingida, pero en el fondo no confían unos con otros. Desde que llegué a El Cairo, la gente me ha bombardeado con historias horribles que circulan boca a boca sobre Iglesias quemadas, mujeres coptas forzadas a casarse con musulmanes para convertirlas al Islam, secuestros, etc. Muchas de estas historias tienen un origen incierto, pero la gente se alimenta de estos relatos aumentando el separatismo crónico y la intolerancia entre las dos religiones. En este país es ilegal convertirse del Islam al Cristianismo, pero no en el sentido contrario, siendo la ¨policía musulmana¨ la encargada de velar que esto no ocurra. En dos ocasiones tuve serios problemas por hacer amistades con musulmanes; la primera ves casi me despiden porque un amigo musulmán me invitó a ver un espectáculo de baile, y es que es de mala reputación que una chica cristiana salga sola con alguien como el, y la segunda ves una amiga se quedó a dormir en mi casa y al día siguiente me pidieron que no lo volviera a hacer porque si la policía veía a una muchacha con higab saliendo de la Iglesia podían pensar que la estaba tratando de convertir y podrían clausurar la Iglesia.

Cristianos y Musulmanes han vivido juntos en Egipto por siglos (siendo los coptos los primeros residentes en el país), tratando de acomodarse unos a otros pero siempre bajo tensión. Los matrimonios inter-religiosos son extremadamente escasos y de los pocos relatos que he escuchado siempre uno de los dos se convierte a la religión del otro (principalmente al Islam). Entre Cristianos también hay mucho separatismo, coptos con coptos, protestantes con protestantes, adventistas con adventistas, etc. Las familias jamás permitirían que sus hijos se casen fuera de su religión, y a decir verdad, las familias tienen un control sobre las decisiones de los hijos que va más allá de lo que yo como Chilena puedo entender. Tengo amigos cuyos matrimonios han sido negados sin razón aparente, solo porque los padres dicen un rotundo ¨no te puedes casar con el/ella¨ que es suficiente para que los novios tengan que agachar el moño, romper su noviazgo y no volver a verse nunca más. Por lo mismo los matrimonios arreglados entre familias son muy frecuentes.

Contribuir al la tolerancia entre religiones es parte de la misión de la Iglesia Adventista en Egipto. En el jardín infantil trabajamos tres profesoras misioneras, una Pakistaní, una Egipcia y yo. Aceptamos a niños de familias musulmanas y cristianas sin distinción, basamos nuestras enseñanzas en historias y valores Bíblicos que son comunes para ambas religiones. Los niños aprenden sobre el infinito amor de Dios, que Él es uno solo para todos y que Él nos ama a todos por igual. Utilizamos metodologías Americanas de forma personalizada, los padres pagan una mensualidad muy económica y los niños reciben educación de calidad en Inglés. Los niños vienen de familias de todas las clases sociales, algunos de los cuales reciben ayuda económica por parte del jardín infantil. En ocasiones recibimos donaciones de miembros de la Iglesia en USA y Canadá, pero principalmente nos sostenemos con los escasos recursos que recibimos. Trabajamos muy de cerca con las familias de los niños realizando actividades familiares en donde todos puedan compartir formando lazos de confianza inter-religiosos. Cada niño en el jardín infantil es especial, los cuidamos con mucho amor, y los padres ven eso cada día. Debido a la poca libertad de religión en Egipto, es muy improbable que alguno de nuestros estudiantes musulmanes llegue a ser cristiano, por lo que nuestra principal misión es sembrar semillas de amor, tolerancia y comprension en el corazón de estos niños para que cuando crezcan contribuyan a crear paz en su comunidad, y por qué no, ser agentes de cambio en su sociedad.

Vivir en una país en pleno proceso de cambios sociales es muy interesante, pero nada fácil. El 25 de enero del 2011 comenzó una revolución que hasta el día de hoy sigue en pie. Cuando yo llegué en Junio del 2011 las grandes protestas y caos habían pasado, excepto por las protestas de los viernes en la plaza Tahrir (el equivalente a Plaza Italia en Santiago) y el gobierno militar ya estaba controlando Egipto. Aún así, la gente seguía insistiéndome que era muy peligroso salir a la calle puesto que desde la caída de Mubarak no hay policías en las calles y si algo me pasa nadie estará ahí para protegerme, y por supuesto más historias horribles llegaban a mis oídos. Todas estas historias hicieron que entrara en un estado de paranoia durante los primeros dos meses en El Cairo donde decidí encerrarme en mi pequeño departamento sin salir mas que para ir a trabajar. Después de un tiempo me acostumbré al cambio, y para ser sincera, estoy convencida que el ser humano tiene la capacidad de adaptarse a cualquier situación si se lo propone. En El Cairo la vida cotidiana sigue su ritmo a pesar de la revolución, los cafés siguen llenos de gente fumando pipas de agua, los malls y restaurantes siguen abiertos, a pesar de que el turismo ha caído de forma importante las pirámides siguen recibiendo centenares de turistas al día, y uno aprende a ¨hacerse el leso¨ para seguir una vida relativamente normal a pesar de que a un par de kilómetros en el centro de la ciudad hay días en que gente muere asfixiándose con gas lacrimógeno luchando con sueños de libertad y justicia.

Durante mis momentos mas difíciles en El Cairo, cuando el caos y la inseguridad se apoderan de la ciudad, me obligo a recordar el principal motivo por el que decidí venir. Ver las sonrisas y escuchar las risas de esos 15 niños me revitaliza y me llena de alegría sintiendo que el mundo realmente tiene una esperanza.
martes, 19 de abril de 2011

postheadericon Fecha de Expiración


Salt Creations of the Moon
Cargado originalmente por ~.LiberianGirl.~

Arribó en mi vida como una brizna de rocío en un día sofocante, un susurro en el viento. Ahora me parece que fue un parpadeo, una estela de luz de una estrella fugaz en una noche despejada.

Llegó sin permiso y partió como arena cayendo entre mis dedos.

El estaba sediento y yo fui agua en el desierto. Yo me ahogaba y él fue oxígeno en el viento.

El visitó mi vida y yo fuí turista en su planeta. Nos subimos juntos a una montaña rusa de pocas vueltas.

Comenzamos en el medio y terminamos en la mitad. Un lazo con fecha de expiración que no quisimos detener.

Su presencia fue un precioso presente.
lunes, 10 de enero de 2011

postheadericon Tal Vez

domingo, 26 de diciembre de 2010

postheadericon Y si, prefiero ...

martes, 19 de octubre de 2010

postheadericon Y Es Que Eras Tan Real...

Algo Sobre Mi

Liberian Girl
Rehovot, Israel
Chilena atrapada en Medio Oriente. Escritora, fotógrafa y bailarina completamente frustrada, resignada a dedicarme a la Ciencia, Ingeniería y Biotecnología. En paz descancen aqui mis descargos contra el mundo.
Ver todo mi perfil

My DNA

View my photos at bighugelabs.com

Placa de Facebook