miércoles, 24 de junio de 2009
Importancia Relativa
No entiendo porque le doy tanta importancia a la gente que no le importo. Y es que soy capaz hasta de incomodarme por ellos al punto que me paso a llevar como persona... me da rabia, no porque busque retribucion, si no que porque la gente tiende a aprovecharse de eso.
Y si.. Incluido tu, me importas... y me desesperas.
Pero te quiero y no pude evitarlo.
El Bello Navío
Confieso que he sido muy poco disciplinada con mi blog, debo asumirlo, pero que puedo hacer si mis estudios me consumen? tengo TANTAS cosas que podria escribir aca sin embargo siempre termino cuestionandome si es correcto publicarlas o no.
Esto al menos si deseo hacerlo. Un poema de Charles Baudelaire titulado "El Bello Navio" que me dedico alguien hace ya unas semanas atras.
Se preguntan quien es el?, pues no tengo la respuesta. Es un personaje muy diferente a mi que aparecio en mi vida y la esta haciendo un poco mas interesante y colorida. No tengo muy claro que tipo de relacion tenemos y eso me desespera un poco. El es como.. fugaz, maniaco-obsesivo, loco, niño inmaduro, rebelde sin causa, pero en el fondo creo ver una persona muy sensible e interesante de la que tal ves puedo aprender mucho, me distrae, me mima, es capaz de madrugar para verme y me regala momentos invaluables!.. que porsupuesto ... me gustaria seguir teniendo.
Aqui va el recuerdo que (hasta el momento) el deja al pasearse en mi vida.
El bello navío
Yo te quiero contar, ¡oh lánguida hechicera!
Los distintos encantos que ornan tu juventud;
Trazar deseo tu belleza
Donde, a la par, se alían infancia y madurez.
Cuando pasas, barriendo el aire con tu falda
Semejas a un bajel que enfila la bocana
Y anda balanceándose, desplegadas las velas,
Siguiendo un ritmo dulce y perezoso y lento.
Sobre tu esbelto cuello y tus anchas espaldas
Se pavonea con gracia tu altanera cabeza;
Con aire plácido y triunfal
Continúas tu camino, majestuosa niña.
Yo te quiero contar, ¡oh lánguida hechicera!
Los distintos encantos que ornan tu juventud;
Trazar deseo tu belleza
Donde, a la par, se alían infancia y madurez.
Tu seno que se comba, oprimiendo el moaré,
Tu seno triunfante es un pulido armario
Cuyas dos jambas claras y arqueadas
Se parecen a escudos que aferrasen la luz.
¡Provocantes defensas con dos rosadas puntas!
Mueble dulce en secretos, lleno de cosas ricas:
Vinos, perfumes, néctares,
Que harían delirar mentes y corazones.
Cuando pasas, barriendo el aire con tu falda,
Semejas a un bajel que enfila la bocana
Y anda balanceándose, desplegadas las velas,
Siguiendo un ritmo dulce y perezoso y lento.
Tus piernas escultóricas, bajo airosos volantes,
Provocan y exasperan las fiebres más oscuras,
Cual dos brujas batiendo
En profunda vasija el más siniestro tósigo.
Tus brazos que anhelaran los hércules precoces,
Son los más firmes émulos de las boas deslizantes,
Pensados para asir
Como para tatuar en tu pecho a tu amante.
Sobre tu esbelto cuello y tus anchas espaldas,
Se pavonea con gracia tu cabeza altanera;
Con aire plácido y triunfal
Continúas tu camino, majestuosa niña.
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